"Soy una piba que siempre escribió y quiso ser escritora pero nunca se animó a denominarse así. Escribí en diarios íntimos, cuadernos de viajes, blogs que abrí y cerré con el correr de los años, servilletas, anotadores, blocs de notas en la computadora y en el celular"
"Todo cambió cuando empecé a ver que otras personas se animaban hacerlo desde las habitaciones de su casa (...) Sin mortificaciones por un error de tipeo o las malas críticas. Armando un universo propio de lectores que se identificaban con sus textos y entre los que había un aprendizaje mutuo"
